domingo, 20 de mayo de 2012












            LA ASCENSION DEL SEÑOR
" Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas".

 Subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
La ausencia de Jesús y la misión de la Iglesia. La Ascensión del Señor es la última aparición del Resucitado a sus discípulos. Es la fiesta de una ausencia en beneficio de una presencia en el Espíritu. La ausencia de Jesús hace que Pablo exhorte a vivir según la vocación recibida en el Espíritu .La misión de Jesus está ahora en manos del Espíritu Santo y de la Iglesia.
Meditando la Misión del Señor, el cual pasó por este mundo haciendo el bien, curando, sanando, confortando, visitando enfermos ( suegra de Pedro,Tabita, etc,) tambien otra clase de enfermos: va a la casa de Zaqueo, a quien anuncia hoy ha llegado la salvación a tu casa, la visita a Marta y María, hermanas de Lazaro, a quien resucita, otra cosa que hace el Señor. enseña, forma a los Discipulos, para que sean estos los continuadores de su Iglesia.
Luego de la muerte del Señor, los necesitados, los enfermos quedan sin atención. El Señor Resucita, pero no va a ellos, ahora tiene otros enfermos de los cuales debe ocuparse, son los Discipulos, hombres y mujeres que han estado a su lado, quienes ahora estan enfermos. de angustia, fustracción, miedo, desilución y es con su aparición Resucitado, que los sana, ya no están solos, no teman, he vencido la muerte por ustedes, ahora les toca ocuparse de los necesitados, enfermos, de todos mis hermanos, llevenlen la esperanza de la Buena Nueva, y Bauticen a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espititu Santo y ensenlen a cumplir lo que yo les he mandado.
Parece que las Palabras del Señor repercuten hoy en nuestros oidos: "no teman, soy yo"
El Señor está con cada uno de nosotros y su espiritu nos alienta, nos refuerza en la fe y nos impulsa a la acción. Porque fe sin obras es una fe muerta, y las obras que nos pide el Señor es que nos amemos los unos a los otros y es que amandonos como el Señor nos amó, es que nos vamos a ocupar del projimo, del necesitado.
Pero no nos quedemos pasmado mirando el cielo, o esperando que otros hagan lo que yo debo hacer, el llamado es para todos, la repuesta está en cada uno, y ella está en sintonia, con el amor que entregemos a Dios y al prójimo. Ahora la misión de nuestra Iglesia, la fundada por Jesús está en nuestras manos, ha llegado el momento de decidirnos, jugarnos. somos de Cristo y estamos en Cristo, y como Pedro podemos decir con la fe de corazón Señor tu eres el Mesias el Hijo de Dios Vivo.
QUE EL AMOR DEL RESUCITADO, QUE ASCIENDE AL CIELO, ANIDE EN TU CORAZON TE BENDIGA PROTEJA Y GUIE