AMAR A DIOS EN EL NECESITADO
Nuestra existencia se base en estar preocupados siempre por agradar a Dios, por alabarlo, por no ofenderlo... Y Dios, entre tanto, está preocupado por lo poco que nos preocupan los hombres y mujeres. En una palabra el ser humano, por lo poco que nos ocupamos de ellos.Por ello el mandamiento nuevo del Señor, mandamiento de Amor, de aceptación, de perdón, de donación al otro.
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, también vosotros amaos unos a otros. 35En esto conocerán todos que sois discípulos mis: en que os tenéis amor entre vosotros”
La gloria de Dios no es, por tanto, su poder, ni su ciencia, ni su grandeza: la gloria de Dios es el amor que se manifiesta en el Hombre. Y la gloria del hombre será corresponder a ese amor con un amor que difunda, el amor recibido. Ese es el encargo de Jesús a sus discípulos; es el mandamiento nuevo.
Creo que el mundo cambiaria realmente, cuando los cristianos, asuman su compromiso, y cada bautizado, sienta y comprenda que está cumpliendo la voluntad del Señor, no solo cuando va a Misa, cuando a recibido los Sacramento, todo ello muy importante, pero lo fundamental es cuando Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, así comenzaríamos a edificar una sociedad más justa, más fraterna, donde compartiríamos, lo que tenemos y lo que somos con los más necesitados. “Lo que hagáis por cada uno de mis hermanos más pequeños, a mi me lo hacen”.
No puedo negar que nuestro pueblo es solidario, pero digo que aún podemos dar más, que sacrificio puede ser dar lo que nos sobra, o lo que no necesitamos, hay que dar hasta que nos duela.
Decimos un mandamiento nuevo, pero el amor no se impone, se siente, yo no puedo obligarme a amar a Dios, tampoco puedo amar a Dios por exigencias.
A Dios, se lo conoce a través de la Palabra, se lo encuentra en la Palabra, se lo vive en la Palabra y es cuando la Palabra anida en nosotros, cuando amamos realmente a Dios, y el amor a Dios baja hacia el próximo (familiar, amigo, vecino etc.) y al prójimo, al más necesitado, porque el amor es entrega.
Amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que al otro lo pueda hacer feliz.
Estamos llamados a la construcción de una sociedad mas justa, mas fraterna, para ello debemos alimentarnos del Amor de Dios, que ese Amor nos contagie, en nuestras buenas obras, que ellas sean signo del amor del Señor, a El le duele ver hoy tantos herman@s, viviendo en la indigencia, ver nuestra tolerancia, e incluso complicidad, al no hacer nada, para nosotros los católicos el dolor de los indefensos debe ser nuestro dolor y lo que nos desafie a una sociedad más humana. JESUS ESTA CON NOSOTROS, LANCEMOSNOS A LA ACCION. CON EL SEÑOR TODO LO PODEMOS. QUE DIOS TE BENDIGA
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