JESUS Y ZAQUEO
El Evangelio de este Domingo, es muy conocido, el Señor atraviesa Jericó,
un gentío lo acompaña, Jesús causa admiración en la gente. Hay una persona que
desea verlo, es Zaqueo, jefe de los Publicanos, lo que significa un poderío
económico, pero no aceptado por la gente por ser colaboracionista con los
romanos.
Zaqueo, desea conocer al Señor ¿por qué?, ha oído hablar de Él, que es un
hombre de Dios, un Profeta, que hace milagros, que cura a los enfermos, yo creo que nada de esto es
lo que ha llamado la atención de Zaqueo. ¿entonces que es? Es el acercarse a
los pecadores, el ser amigos de ellos, comer con ellos “ Zaqueo, baja
enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”
Podemos distinguir 3 actitudes: el interés de Zaqueo de conocer al Señor,
de verlo, se sube a un árbol. El Amor y la misericordia del Señor, le dice que
baje, lo invita a acompañarlo, se invita Él a la casa de Zaqueo. Y por último
la actitud del grupo, que marcha con admiración, pero que no acepta, que Jesús
hable, o se junte con pecadores, ellos son los buenos, son los dignos de Dios,
¿ y qué esperan ellos de Jesús?, que aplaste a sus enemigos, que se muestre
poderoso, altivo, que no se junte con la chusma. Admiran al Señor, lo siguen,
muchos por intereses personales: los cura, los alimenta y esperan que los libre
de los invasores, no comprenden y no aceptan que se acerque y amigue con
pecadores, no les interesa si Zaqueo, cambia, si se convierte, ellos ya lo han
condenado.
El Señor dice. Hoy la salvación ha llegado a esta casa, Zaqueo, un pecador,
que se arrepiente y ofrece parte de sus bienes para ayudar a los necesitados, y
al que a perjudicado devolverle el doble, en Zaqueo, ocurre lo que en cada uno
que ha tenido un encuentro con el Señor, lo transforma, lo cambia, lo aparta
del pecado, lo hace buena gente. El mensaje es claro, el Señor nos dice que no
nos gloriemos de nuestros triunfos, ni nos creamos salvados. No es el que me
llama Señor, Señor, el que se salva, nos dice, la salvación esta en seguir al
Señor, abrirle nuestro corazón y vivir de acuerdo a su Palabra y sobre todo
ocuparnos del prójimo necesitado. FELIZ DOMINGO.