sábado, 28 de enero de 2012

MEDITANDO LAS LECTURAS DE ESTE DOMINGO
La Primera Lectura del Deuteronomio (que significa, segunda ley, presenta los 2 grandes discursos de Moisés).El pasaje de hoy nos habla de la promesa que Yahvé hizo al pueblo prometiéndole profetas que les dirían lo que El les mandara a decir. Nos dice esta lectura que el pueblo había pedido a Dios que no quería volver a oír su voz. Por eso, “en aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: ‘El Señor Dios hará surgir en medio de ustedes, entre sus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharán” (Dt. 18, 15-20). Así lo prometió Dios a Moisés y así fue con toda la serie de profetas de los cuales leemos en el Antiguo Testamento hasta que llegó “el Profeta”, que no es otro sino el mismo Dios hecho Hombre: Jesucristo.

Profeta es quien dice al pueblo de Dios lo que Dios quiere que se le diga. Profeta no es simplemente quien habla de Dios; es, más bien, quien habla en nombre de Dios y bajo su inspiración. El profeta es a la vez receptor y transmisor: recibe la palabra de Dios y la transmite. Se dice que el profeta es “boca de Dios”, pues el profeta habla con su boca la palabra de Dios
En la segunda lectura. San Pablo, en esta carta a los Corintios, habla sobre la conveniencia de casarse o permanecer soltero. El soltero, la soltera, dice el apóstol, está más libre para dedicarse “al trato con el Señor” Pero no quiere darles ninguna norma, se trata de un simple consejo, porque en la práctica unos tendrán vocación de solteros y otros tendrán vocación de casados. . Él, les dice, está soltero y cree que esto es lo mejor, porque así tiene más tiempo y está más libre para dedicarse a las cosas del Señor. Que cada uno mire cuál es su vocación y actúe en consecuencia.
Evangelio, la semana pasada veíamos como El Señor elegía a sus Apóstoles, en el pasaje de hoy, un sábado, el día más importante para los judíos, esta con sus apóstoles, en la sinagoga, comienza la jornada, orando al Padre y escuchando la Palabra de Dios y dando gracias, similar a lo que hacemos nosotros el domingo.
El Señor estaba enseñando y la gente quedaba asombrada, de lo que decía y como lo decía, decían que hablaba con autoridad, como nadie lo había hecho.
En la asamblea había un hombre que había sido poseído por un espíritu malo, el cuál reconoce al Señor
Jesús tiene que hacer frente a un espíritu inmundo, que grita "¿qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno?" Son las fuerzas del mal, que hay dentro de nosotros las que se oponen al mensaje liberador de Jesús. El mal existe, el espíritu del mal sigue actuando. El evangelista Marcos nos presenta la victoria de Jesús. Pero hace falta que nosotros estemos dispuestos a colaborar con Él en esta lucha. Es un combate que se desarrolla primero en nuestro propio interior cuando las fuerzas oscuras nos acosan, nos envuelven, nos ciegan y hasta nos derriban. Pero hemos de levantarnos, Dios está a nuestro favor, lucha con nosotros. El mal será vencido en nuestro interior, el egoísmo será desterrado de nuestra conducta si escuchamos la voz del Señor y no endurecemos nuestro corazón.

Sin ti, nada oh Dios
¡Sorpréndeme, oh Padre!
Para que, dejándome guiar y llevar por Ti,
Tú, sólo Tú, seas el soplo
que conduzca y empuje el navío de mis días.
¡Sal a mi encuentro, con tus brazos abiertos!
Y, apreciando tu presencia,
nunca me falte tu aliento en mis pasos,
tu Palabra en mis débiles obras,
tu consejo en las noches de incertidumbres.
¡Necesito tanto tu autoridad, Señor!
Saber que me acompañas en mis luchas.
Creer que me arropas en mis proyectos.
Sin ti, nada, oh Dios y contigo todo.
Eres la fuente de mi inspiración,
la semilla que, mis manos, dejan en el surco.
La llama viva con la cual intento prender el mundo.
El amor infinito que pone al descubierto el mío
limitado, cerrado e interesado.
Eres, oh Dios, el dueño de la existencia.
Aquél que en el silencio habla,
y en el amor tiene su último y mejor mensaje.
Aquél que, cuando se le llama,
tarde o temprano responde.
Aquél que, cuando se le arroja fuera del mundo,
sigue aguardando el retorno
con manos tendidas y abiertas.
¡Sin ti nada, oh Dios!
Ayúdanos, Dios y Padre, que estás en el cielo,
a sacar de nosotros aquello que nos paraliza.
A dinamitar los muros que nos apartan de Ti.
A expulsar el maligno que, en lucha encarnizada,
nos quiere para infierno y no para el cielo.
¡Sin ti nada, oh Dios!
Y contigo, lo podemos hacer todo ¦Señor.


miércoles, 25 de enero de 2012

                                          

               La Conversión de San Pablo
La Sagrada Biblia, en el capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles, narra así La Conversión de San Pablo:
"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.
Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".
Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.
Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.
Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".
El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".
Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.
Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".
Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.

Glorioso apóstol San Pablo, vaso escogido del Señor para llevar su santo nombre por toda la tierra; por tu celo apostólico y por tu abrasada caridad con que sentías los trabajos de tus prójimos como si fueran tuyos propios; por la inalterable paciencia con que sufriste persecuciones, cárceles, azotes, cadenas, tentaciones, naufragios y hasta la misma muerte; por aquel celo que te estimulaba a trabajar día y noche en beneficio de las almas y, sobre todo, por aquella prontitud con que a la primera voz de Cristo en el camino de Damasco te rendiste enteramente a la gracia, te ruego, por todos los apóstoles de hoy, y que me consigas del Señor que imite tus ejemplos oyendo prontamente la voz de sus inspiraciones y peleando contra mis pasiones sin apego ninguno a las cosas temporales y con aprecio de las eternas, para gloria de Dios Padre, que con el Hijo y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.









lunes, 23 de enero de 2012

DIOS SIEMPRE ESTA OBRANDO EN EL MUNDO

Dios siempre está obrando en el mundo.

Busca una relación de amor, con cada uno de sus hijos, o sea con cada uno de nosotros, una relación personal de Padre a hijo.
Nos habla por el Espíritu Santo, por la Biblia, por la oración, por distintas circunstancias y la iglesia para revelarnos sus propósitos y sus maneras.
Un día Dios nos invita a juntarnos con El, en lo que está haciendo en el mundo. Nos llama a hacer lo que puédanos hacer, por simple que sea; siempre nos llama a colaborar con Él en su obra continua. Tampoco las necesidades del mundo son el llamado de Dios, más bien se deben ver como las oportunidades de hoy, a colaborar con Dios en la edificación de su Reino, el que ya está instaurado entre nosotros por obra de Nuestro Señor Jesús. Dios no nos pide nada imposible, Él conoce nuestras limitaciones y las respeta, pero desea que busquemos nuestra santidad, la cual está en seguirlo, buscarlo, que Él sea nuestra prioridad. Dios no nos pide que abandonemos todo para seguirlo (familia, trabajo, posesiones, etc), si nos pide que nuestra prioridad sea Él.
La invitación de Dios a que nos unamos con Él, siempre nos lleva a una crisis en lo que creemos lo cual nos exige fe y la fe nos impulsa a la acción. La acción son nuestras obras en pos de los demás, pero hechas por amor y no para figurar nosotros
Para seguir a Dios en su Obra y colaborar con Él, siempre tendremos que hacer ajustes mayores en nuestra vida, familia y carrera, o trabajo. Ya no corre más el no tengo tiempo, el llamado es imperioso y espera una repuesta inmediata nuestra. Como la repuesta que tuvo de los primeros Apóstoles que llamó: Pedro, Andrés, Juan y Santiago, los llama a ser pescadores de hombres, dejan todo y lo siguen inmediatamente. Sería bueno preguntarnos cada uno: ¿hasta dónde estoy dispuesto a seguir al Señor?
¿Llamado, Pero Adonde?
A lo mejor a otro país o quizás sólo a la casa de al lado. Antes de nada no nos llama a un lugar más bien a una persona.
La Vocación no es sólo lo que tú quieres ser y hacer, es ante todo lo que Dios quiere que tú seas y hagas; no es algo que tú inventas, es algo que encuentras; no es el proyecto que tú tienes sobre ti mismo, es el proyecto que Dios tiene sobre ti .
Por eso, para descubrir tu vocación, lo primero que debes hacer es dialogar con Dios: orar. Sólo mediante la oración podrás encontrar lo que Dios quiere de ti. En la oración, el Espíritu Santo afina tu oído para que puedas escuchar: "Habla, que tu siervo escucha"
Sólo en el diálogo con Jesús podrás oír su voz que te llama: "ven y sígueme"(Lc 18,22); o bien, escucharás que te dice: "vuelve a tu casa y refiere lo que Dios ha hecho por ti" (Lc. 8,38)
Hoy día lamentablemente se habla poco de Dios, por eso el llamado es a anunciarlo. HA CREER EN LA PALABRA A ANUNCIAR LO QUE SE CREE Y A VIVIR LO QUE SE ANUNCIA.


viernes, 20 de enero de 2012


                                                            ¿Qué es la vocación?
El termino vocación ha tomado diversos significados en la cultura contemporánea, poniendo siempre en el centro, con diversas modalidades, a la a la persona. Por vocación se entiende en primer lugar el “proyecto de vida” que
elabora cada uno sobre la base de sus múltiples experiencias y en la
confrontación con un sistema coherente de valores que dan sentido y dirección
a la vida del individuo. En el terreno religioso, vocación indica la llamada por
parte de Dios, como iniciativa suya amorosa, y la respuesta de la persona en un
dialogo amoroso de participación corresponsable. El problema de la vocación
se presenta por tanto, como una realidad compleja. Para poder ser entendido
completamente, debe considerarse por tanto desde un doble punto de vista: por
parte de Dios y por parte del hombre. Vista desde la perspectiva de Dios, la
vocación se presenta como la iniciativa de Dios que se da y que al darse llama.
Por parte del hombre, la vocación es una invitación, una interpelación a la que
hay que dar una respuesta.
El hombre ha sido llamado a la existencia para trascender como persona en un
dialogo propio de aceptación y de cooperación con todos los llamados a la
existencia (vocación humana); así mismo, es convocado en un proyecto de
crecimiento en el amor mediante el llamado a la fe en Cristo Jesús (vocación
cristiana), y se expresa de forma concreta y específica por la participación en
la misión y vida de la Iglesia, para construcción del Reino de Dios (vocación
específica).: Vocación Humana
Cada hombre es un ser único e irrepetible, llamado por Dios a la existencia en
un proceso de maduración que se descubre como persona, lleno de
posibilidades y potencialidades, con limitaciones y necesidades.
Este proceso se realiza en relación consigo mismo, con Dios, con los demás y el mundo que
le rodea.: Vocación Cristiana
El hombre llamado a la vida, descubre además un llamado a la fe, que es
adentrarse a la aventura de un Dios que se le revela y solo encontramos el
revelarse de Dios en su Palabra, que es donde podemos conocerlo, eso es
revelarse. En su caminar el hombre descubre a Dios . Por este
segundo llamado descubre que Dios es Padre y que lo ama y tiene pensado
para cada uno un proyecto de vida y que el llamado es por medio de Jesucristo
para ser su hijo en una vida de santidad. Vocación Cristiana Específica
El llamado a la fe implica una adhesión consciente a Cristo, ya que el encuentro
con él transforma a la persona, de manera que el ser cristiano no puede darse
de forma abstracta o etérea, sino que pide situarse en una forma de ser
cristiano concreto: como laico, como creyente estamos llamados a confirmar
nuestra fe con acciones concretas y no solo palabras. Dios no nos pide nada
imposible, sino que en las cosas sencillas y cotidianas dar fe de EL, buscando
ser un buen padre, un buen hijo, un buen trabajador, un buen vecino ayudando
al que lo necesita, no responder a la violencia, alejarse de las tentaciones y los
vicios, buscar nuestro crecimiento personal y espiritual, haciendo el bien, que
es velar por la felicidad de los demás. Como consagrado, como misionero o
como ministro ordenado. Cualquiera de nosotros puede y está llamado a ser
misionero, a veces confundimos el término misionero, para los que van a otros
países a llevar la buena nueva, pero también aquí en Charqueada podemos se
misionero, al llevar la Palabra a cada hogar y a cada hermano. Así, el proceso
de madurez humana y cristiana, se desenvuelve en un compromiso gradual
dentro de la Iglesia para el mundo.



miércoles, 11 de enero de 2012

                         QUEDATE SEÑOR CONMIGO
Hemos dejado un año atrás y transitamos por un año nuevo, y parecería que el ruido y el frenesí de las fiestas, o tal vez el calor, a hecho que algunas personas se tomen vacaciones espirituales, ¡qué quiero decir con esto’ que siempre es tiempo del Señor, hay quienes lo siguen postergando, no cometamos el error y el pecado de prescindir de Dios, eso es inadmisible, y menos para los que se creen, o dicen católicos, el Señor los sigue esperando, esperando que tengan tiempo para Él, y aunque se esté de licencia o vacaciones, igual debemos hacer un tiempo para Jesús. Hace pocos días hemos revivido su nacimiento, su Epifanía y su Bautismo, momentos muy fuertes en lo espiritual y muy hermosos en lo litúrgico-´pastoral. Todos merecemos un descanso, ello es importante para luego retomar las actividades con nuevos bríos, pero que es una hora por semana para concurrir a escuchar la Palabra de Dios y Comulgar, recibirlo a Él mismo que se nos da por amor


Este domingo, la Primera lectura es tomada del Libro de Samuel,

El nos presenta la infancia del joven Samuel en el templo al cual fue consagrado por su madre en virtud de una promesa. Ella era estéril, y sufría mucho por ello, oraba mucho al Señor y en una ocasión desbordada en su dolor desde el fondo de su corazón clama al Señor y le promete que si le da un hijo, se lo dedicará a El y en señal de ello no le cortará el cabello. En el pasaje de hoy el niño duerme, pero una voz lo llama. Creyendo que es la voz de su maestro Elí, con ingenua obediencia se levanta el niño tres veces en la noche acudiendo a su llamado. Samuel no conoce aún a Yahvé pero sabe de la constancia en la obediencia, sabe acudir al llamado, una vez más, aun cuando en las primeras ocasiones perecía haberse despertado en vano. Elí, comprendió que era Dios quien llamaba al niño y le enseñó entonces a crear la actitud de la escucha: “Habla señor, que tu siervo escucha”.

La vida actual está llena de ruido, palabras que van y vienen, mensajes que se cruzan y con frecuencia los seres humanos perdemos la capacidad del silencio, la capacidad de escuchar en nuestra interioridad la voz de Dios que nos habita. Dios puede continuar siendo aquel desconocido de quien hablamos o a quien afirmamos creer ,pero con quien pocas veces nos encontramos en la intimidad del corazón.

Este texto sobre Samuel niño se ha aplicado muchas veces al tema de la “vocación”, palabra que, obviamente, significa “llamado”. Toda persona, en el proceso de su maduración, llega un día –una noche- a percibir la seducción de unos valores que le llaman, que con una voz imprecisa al principio, le invitan a salir de sí y a consagrar su vida a una gran Causa. No hay mayor don en la vida que haber encontrado la vocación, que es tanto como haberse encontrado a sí mismo, haber encontrado la razón de la propia vida, el amor de la vida. No hay mayor infortunio que no encontrar la razón de la vida, no encontrar una Causa por la que vivir (que siempre es, a la vez, una causa por la que incluso morir).

QUEDATE SEÑOR, CONMIGO
Quédate, Señor, conmigo, porque ten necesito ver presente para no olvidarte, pues ya sabes con cuenta frecuencia te abandono.
Quédate, Señor, conmigo, porque soy muy débil y necesito de tus alientos y de tu fortaleza para no caer tantas veces.
Quédate, Señor, conmigo, porque Tú eres mi vida y sin Ti con frecuencia decaigo en el fervor.
Quédate, Señor, conmigo, porque Tú eres mi luz y sin Ti estoy en tinieblas.
Quédate, Señor, conmigo, para que oiga tu voz y la siga.
Quédate, Señor, conmigo, para demostrarme todas tus voluntades.
Quédate, Señor, conmigo, porque deseo amarte mucho y vivir siempre en tu compañía.
Quédate, Señor, conmigo, porque todo mi ser te está consagrado y Tú me perteneces.
Quédate, Señor, conmigo, y haz de mi corazón una celda de amor de la cual nunca te alejes.
Quédate, Señor, conmigo, si quieres que se te sea fiel.
Quédate, Señor, conmigo, porque aunque mi alma es muy pobre, deseo que sea para Ti un lugar de consuelo, un huerto cerrado, un nido de amor.
Quédate, Señor, conmigo, y haz que tu amor me inflame tanto que me consuman sus amorosas llamas.
Quédate, Señor, conmigo, porque se hace tarde y declinan las sombras, es decir, se pasa la vida, se acerca la cuenta, la eternidad, y es preciso que redoble mis días, mis esfuerzos, que no me detenga en el camino y por eso te necesito. Se hace tarde y se viene la noche, me amenazan las tinieblas, las obscuridades, las tentaciones, las sequedades, penas, cruces, etc., y Tú me eres preciso, Jesús mío, para alentarme en esta noche de destierro, ¡Cuánta necesidad tengo de Ti!
Quédate, Señor, conmigo, porque en esta noche de la vida y de los peligros, deseo ver tu claridad, muéstrateme y haz que te conozca como tus discípulos en el partir del pan, es decir, que la unión Eucarística sea la luz que aclare mis tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única dicha que embriague mi corazón.
Quédate, Señor, conmigo, porque cuando llegue la muerte, quiero estar junto a Ti y si no realmente por medio de la Sagrada Comunión al menos quiero tener mi alma unida a Ti por la gracia y por un abrasado amor.
Quédate, Señor, conmigo, no te pido sentir tu adorable presencia y tus regalos divinos que no los merezco, pero tu residencia en mi por la gracia ¡oh, sí que te la pido!
Quédate, Señor, conmigo, pues a Ti sólo te busco, tu amor, tu intimidad, tu Corazón, tu espíritu y tu gracia. Te busco por Ti mismo porque te amo; y no te pido más recompensa que amarte con solidez, prácticamente, amarte únicamente, amarte cuento puedo, amarte con todo mi corazón en la tierra para seguir amándote con perfección por toda la eternidad.

lunes, 9 de enero de 2012

EL B AUTISMO DEL SEÑOR
Ayer Domingo celebramos el Bautismo del Señor, y se cumple el ciclo de Navidad, Epifanía y Bautismo. Navidad y Epifanía, Jesús niño,( ambas centradas en la infancia) Bautismo, Jesús adulto, donde a los 30 años decide que sea Juan el Bautista, quien lo bautice, y se dirige al Jordán y hace cola para ser bautizado, con esta celebración termina el ciclo de Navidad y empieza el Tiempo Ordinario.

El Señor cumple la tradición judía de ser bautizado, los que pedían el bautismo, era para quedar libre del pecado original, y también le son perdonados sus pecados hasta ese momento, Jesús no tiene pecado, dado su carácter humano-divino, pero cumple la voluntad del padre.

El núcleo de la liturgia de hoy es el texto del evangelio que nos muestra a Jesús en el momento de ser bautizado por Juan en el Jordán, y es ungido por el Espíritu Santo y proclamado Hijo de Dios por la voz del Padre desde el cielo. Sin duda, esta escena está muy elaborada, presenta un gran contenido teológico, y concretamente trinitario: el Padre revela que Jesús es su Hijo y lo unge con el don del Espíritu. A partir de aquí, Jesús ya puede empezar a llevar a término la misión encomendada por el Padre en medio de los hombres.

De alguna manera, pues, el bautismo de Jesús prefigura el nuestro, en el sentido de que, así como en aquel momento el Padre certificó la filiación divina de Jesús ungiéndolo con el Espíritu antes de iniciar su misión, también nosotros en el bautismo somos consagrados hijos de Dios en Jesucristo por el Espíritu Santo.

Así, pues, hoy es el día para rememorar nuestro bautismo, para agradecerlo a Dios y también para renovar nuestro compromiso bautismal.

¿Soy consciente señor, de que tu Padre -mi Padre Dios- me está mirando continuamente, no como quien espía, sino como quien vela por su hijo?

¿Me doy cuenta de que si un príncipe ha de comportarse con dignidad por ser hijo del rey, mucho más motivo tiene un cristiano, pues es hijo de Dios?

Señor, deseo acompañarte, en tu Ministerio, ser tu instrumento, aprender de ti, a ser obediente al Padre Dios.
Que busque cada día ser digno de ti. Guiadme tú, no permitas que me aleje de ti, ni del buen camino, apártame de las tinieblas, aleja las dudas y temores de mi para que te sirva cada día con un corazón puro, que busque tu palabra con ansias, que la viva y la trasmita.
Señor enséñame a cargar mi cruz,(tu cruz) con dignidad, que ame a mi prójimo como Tú me amas a mi, que vea siempre en cada hermano, tu rostro divino, concédeme humildad de corazón, fortaleza para afrontar las adversidades, piedad y misericordia en el trato con mis hermanos. Auméntame la fe. Que tú seas mi gran amor, porque amándote a ti , amo más a mi familia y a mi comunidad. Amen


jueves, 5 de enero de 2012

LA EPIFANIA DEL SEÑOR
La fiesta de la Epifanía da relieve a la importancia que tuvo la evangelización de los extranjeros desde el comienzo de la misión de Jesús. Aunque la misión de Jesús en el evangelio de Mateo se concentra en las «ovejas perdidas de Israel», no le faltaron gestos de atención hacia las personas de otras creencias que buscaban el bien y la verdad. El evangelista contrasta la actitud agresiva de Herodes con la actitud confiada y sincera de los Sabios de Oriente, llamados habitualmente «Reyes Magos». Desde el comienzo de este evangelio se contrapone la actitud de apertura y de receptividad de los extranjeros, frente a la actitud de cerrazón y rechazo por parte de las autoridades del propio pueblo. La alegría de la salvación es una constante entre los extranjeros que se enteran de la Buena Noticia, ya sea por su escrutinio del firmamento o porque escuchan hablar de Jesús.

Debemos preguntarnos si nosotros somos como la estrella que conduce a estos sabios desde sus lejanas tierras hasta el encuentro con Jesús o asumimos la actitud desconfiada y amenazante de Herodes. ¿Leemos las Escrituras en busca de alegría y esperanza o nos dejamos embargar por nuestros temores?
Dónde está ese rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a rendirle homenaje.
Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)
Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán
Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.
La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera.
El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

Les deseo una FELIZ EPIFANIA, y que el Señor se manifieste a cada uno, y que también nosotros seamos capaces como los magos de alabarlo y adorarlo y como regalo le demos nuestro corazón

lunes, 2 de enero de 2012



A comenzada un año nuevo, al despedir la noche vieja, muchos estaban deseando que pasara este año, que les había ido mal en lo económico, sentimental o en la salud, y desean que en el año nuevo les vaya mejor, y al levantar la copa para el brindis los deseos eran estos, y tan bien : paz y armonía. Parecía que el frenesí de los fuegos artificiales, era como un desahogo, un grito que clama por la paz en el mundo, el respeto a los derechos humanos, la no violencia, la igualdad de oportunidades, más fuentes de trabajo, una justicia más firme, que castigue con más severidad a los delincuentes.

Pero no todo es gris, ha habido muchas cosas positivas que merecen un brindis: los triunfos de la selección celeste, la salida del pueblo uruguayo a festejar, con camisetas de distintos cuadros, pero con respeto, aceptando al otro, la voz de distintos legisladores que se oponen a la Ley de aborto, los nuevos sacerdotes Ordenados en nuestra Diócesis, la evaluación del año hecha en nuestra Parroquia, donde dimos gracias a Dios por todo lo realizado, como funcionó la catequesis, la unión de la comunidad para conseguir fondos para realizar las obras que se hicieron, el reequipamiento del merendero parroquial, la fiesta patronal, el pesebre viviente y la celebración realizada en la Imagen de la Virgen en el Río, con cantos y guitarreada y muchas cosas más.
Desde este rinconcito (CHARQUEADA), lugar tan hermoso, de gente humilde y sencilla, acá realmente se ve la mano de Dios, es que les deseamos un feliz año 2012, donde se cumplan vuestros deseos y anhelos, les deseamos lo mejor pero sobre todo que sean capaz de sentir el Amor de Dios, creo que el mejor augurio es precisamente este, llevar a Dios en nuestro corazón, sentirlo, vivirlo y anunciarlo.

Que Nuestro Señor Jesús los bendiga, proteja y guie, que la felicidad y el amor se les dé a cada uno un fuerte abrazo y gracias por seguirnos.

                                                            FELIZ 2012