martes, 7 de junio de 2011


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                                        VEN ESPÍRITU SANTO


Este Domingo nuestra Iglesia festeja la Solemnidad de PENTECOTES
Si le preguntamos a los católico o cristiano qué se celebra en Pentecostés, la mayoría responderán que la venida o efusión del Espíritu Santo. Pero al leer detenidamente, el pasaje de Hechos de los Apóstoles que dice: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar” .Todavía no aparece mencionado el Espíritu y ya se habla del día de Pentecostés. Por lo que debemos asumir que Pentecostés era y sigue siendo, una fiesta judía. .Una de las tres más importantes, donde venían peregrinos de todas partes. Originalmente era una fiesta agrícola de ofrenda, de las primicias de las cosechas a Dios
Posteriormente, Pentecostés pasó a conmemorar la alianza de Dios con el pueblo en el Sinaí y, específicamente, la entrega por parte de Dios de la Toráh o Ley al pueblo de Israel a través de Moisés.
Nosotros celebramos “nuestro Pentecostés” también 50 días después de la Pascua de Jesús. Que el Espíritu Santo descienda sobre los apóstoles durante la fiesta judía de Pentecostés significa que los cristianos tenemos otra ley: la ley del Espíritu Por lo tanto, la gran importancia de Pentecostés, para nosotros es la venida del Espíritu Santo.Sin dejar de reconocer la importancia de Pentecostés, pues el Cristianismo y por ende el catolicismo, tiene sus raíces en el judaísmo.
En el Nuevo Testamento, el Espíritu se manifiesta como el que produce la unidad en el amor, según el antiguo saludo litúrgico de la Iglesia que se conserva en 2Co 13,13 y que se repite al inicio de cada misa: “¡La gracia de Jesucristo, el Señor, el amor de Dios (Padre) y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos ustedes!” El Espíritu Santo es en primer lugar el nosotros del Padre y del Hijo en persona, la comunión del uno y del otro. Y así como es el vínculo de unidad en la Trinidad, lo es también en la historia de la salvación realizando la unidad de los creyentes y, en última instancia, de todo el género humano.
Esta es la invocación al Espíritu Santo que debemos hacer siempre ante cada reunión , en nombre del Señor:
Ven, ¡Espíritu Santo!, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de
tu amor.
V. Envía tu Espíritu y todo será creado.
R. Y se renovará la faz de la tierra.
Oremos
¡Oh Dios!, que iluminas los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos, según el mismo Espíritu, conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo, Señor nuestro,
R. Amén.
Es el Espíritu, el que con toda su potencia actúa en nosotros ayudándonos a comprender y a poner en práctica las palabras de Jesús; sus actitudes, gestos y comportamientos se nos impregnan gracias al soplo del Espíritu.
Es el Espíritu Santo quien se hace presente en los oídos y en el corazón de todo oyente de la Palabra, para que sea posible. Comprenderla, vivirla y anunciarla.
A todos feliz Fiesta de PENTECOTÉS Y QUE LA EFUSION DEL ESPIRITU SANTO, DESCIENDA Y SE POSE SOBRE CADA UNO

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