. Cuando dos se quieren lo demás, las exigencias que eso, lógicamente, va a suponer, quedan apagadas por la fuerza del amor que está convencido de ser capaz de hacer frente a lo que pueda venir.
Contigo Señor es igual. Qué más da lo que venga después. Seguir a cualquiera trae sus condicionamientos. Lo importante es saber si hay el suficiente amor como para comenzar la aventura juntos. Has dicho “el que quiera venirse conmigo”. Podías haber dicho sin más, “el que me ame”. Pero es exactamente lo mismo, porque no se puede seguir a quien no se ama, ese seguimiento duraría muy poco
Ahí está mi interrogante, el que me lanzas. Tú me amas. Lo sé porque me lo has dicho, lo he sentido, y lo has demostrado con la opción de tu vida que alcanzaba y abarcaba la mía. Me aseguras tu caminar conmigo. Tú no rechazas mis miserias ni mis contradicciones. Yo a ti te suelo cerrar las puertas con más facilidad. Y lo cierto es que no me puedo plantear lo segundo si no siento profundamente lo primero. Sé que toda mi vida es una llamada a purificar mi deseo. Pero, Señor, tú sabes que te amo y quiero caminar contigo.
ORACIÓN: “Contigo”
Señor, quiero caminar contigo. Al menos eso es lo que deseo. Ayúdame a hacerlo realidad.
Contigo, Señor, lo demás adquiere un rostro diferente. La vida sigue teniendo sus sombras, pero siempre atravesadas por la fuerza de tu luz.
Señor, a pesar de mis contradicciones intento hacer de mi historia un caminar contigo. Tú lo sabes. No me apartes nunca de tu lado.
viernes, 5 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario