¡SEÑOR SALVANOS QUE NOS HUNDIMOS!
Hoy como el Apóstol Pedro, tambien nosotros debemos gritar al Señor. ¡SALVANOS QUE NOS HUNDIMOS! Ya no existe la tierra firme, la violencia, la inseguridad, el egoísmo, falta de fe, el consumismo, la presindencia de Dios en muchos casos, el creernos superiores, todo ello hace que dejemos la tierra firme y caminemos por aguas turbulentas, no estamos conforme con lo que nos ofrece el mundo, pero somos débiles, aún nos aferramos a lo material, y mientras no abramos nuestro corazón a Dios, aferrarnos a él, buscarlo. Porque solo Él puede salvarnos si nos hundimos.
En una palabra, el mundo ha dejado de ser tierra firme. Caminamos sobre el mar.
Hoy vivimos con el temor de una guerra nuclear, vemos que los países más poderosos cada día se arman más y mejor, incluso avasallan los derechos de los países más débiles. La economía mundial flaquea, tambalean los países poderosos y ello repercute en los menos poderosos. También el flagelo de la droga, el terrorismo, matrimonios que se separan, no hay respeto por la familia, niños que crecen sin el amor de sus padres, la incertidumbre laboral, y podríamos seguir enumerando otras situaciones. La sociedad de consumo incita a más y más consumir para tirar antes de gastar, por imperativo de la moda .
En una palabra, el mundo ha dejado de ser tierra firme. Caminamos sobre el mar.
No es mi intención ser pesimista, al contrario, LA VIDA ES HERMOSA, pero si realmente, hacemos la opción de seguir de corazón a Dios, vivir de acuerdo a lo que Él nos pide. Reconocer que Jesús es el Señor, el Hijo de Dios, él es la Puerta al Reino de Dios, y no hay otra. El único camino, la verdadera felicidad, está en seguir al Señor.
Nosotros, cada uno estamos llamado a mostrar el camino, a los que no lo conocen, pero debemos apoyarnos en la Comunidad. Una Comunidad que nos una el Amor a Dios, el deseo de Servir, .Para no hundirnos debemos apoyarnos unos a otros y sobre todo buscar al Señor.
Hermanos tenemos todo para ser felices: un Padre que nos Ama, un Hijo que por amor a nosotros se ofreció en sacrificio, y un Espíritu Santo que nos confortan nos guía, nos muestra el camino, nos aparta de las tentaciones, y esa otra familia, la espiritual que nos regala el Señor, esa que nos comprende, que vive nuestros valores, en la que nos apoyamos y en la cual somos también apoyo.
HERMANO/A, ES HERMOSA LA VIDA, SI LA DEDICAMOS A DIOS, EL DESEA NUESTRA FELICIDAD. JESUS NOS AMA
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