DEDIQUEMOS EL DOMINGO AL SEÑOR
Desde el comienzo del Cristianismo ha sido una costumbre celebrar el Día del Señor, el Domingo, porque el Señor Resucitó un Domingo, y luego de su Resurrección se presenta a sus Apóstoles, que estaban reunidos , encerrados por temor a las represalias , un Domingo, y como el Apóstol Tomás no estaba con ellos y manifestó que si no lo veía y no lo tocaba y ponía sus dedos en sus llagas no lo creería, al próximo Domingo el Señor se vuelve a presentar y le dice a Tomás que lo toque, que ponga sus dedos en sus llagas y además le dice que en adelante no sea tan incrédulo. El domingo ha sido el día dedicado al Señor por los cristianos, que han respetado esto a través de los siglos, pero lamentablemente desde hace unos años esto ha cambiado, parece que las prioridades de muchos católicos son otras, o tal vez no tengan necesidad del encuentro con el Señor. Lo más triste es que muchos pretenden justificarse diciendo que no tienen tiempo. Que ironía, no tienen tiempo para aquél que dio su vida por nosotros, el que sufrió martirio, desprecio, insultos, latigazos y muerte en Cruz, para redimirnos de nuestros pecados, por Amor a nosotros, pero hoy no tenemos tiempo para él, o ya no es importante respetar esa tradición de nuestra Santa Iglesia.
Hoy vivimos nuestra existencia preocupados en la búsqueda de una felicidad efímera, en un mundo que nos reconoce y valora por lo que tenemos, y cada uno vive su existencia encerrado en si mismo y esto sumado al temor, al miedo, por la violencia generalizada en nuestra sociedad, la falta de respeto por la propiedad ajena, por el destrozo que hace el alcohol, o la pasta base. Vivimos en una sociedad que no nos gusta y talvez todo esto ocurra porque nos hemos olvidado de Dios, o lo que es peor talvez no lo necesitamos, ilusos de nosotros, que por nuestros actos o por permitirlos hemos ido construyendo un mundo independiente de Dios, donde lo espiritual no tiene cabida, solo importa lo material, aún no esta todo perdido, busquemos al Señor, que El sea el eje de nuestra vida, como lo fue para nuestros antepasados, cambiemos nuestra sociedad, dejémosle un mundo mejor a nuestros hijos y nietos, volvamos a creer, a tener fe en el que es Verdad, Camino y Vida, Jesús el Hijo de Dios. Pero no esperemos que todo nos caiga del cielo, pongamos nosotros manos a la obra, recobremos nuestros valores, y dediquemos el domingo al Señor, vayamos al Templo a escuchar su Palabra, para descubrir que nos quiere decir. Que todos los bautizados sean la luz de Cristo.
Feliz Domingo Hermanos. EL SEÑOR LOS AMA
domingo, 15 de agosto de 2010
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