Catolicos de Charqueada

Este pasado fin de semana asistimos a dos Ordenaciones de Diáconos, una realizada en T. y Tres y otra en Melo, los candidatos eran dos hermanos colombianos, que dejando todo, por amor al Señor, recalaron en nuestro país, y en nuestra Diócesis, en un tiempo donde faltan las Vocaciones, un tiempo donde ya en los hogares se habla muy poco de Dios, donde la juventud se encuentra extraviada y muchas veces optan por seguir a ídolos de barro. La familia se va desmembrando, la violencia recrudece, cada quien vive para sí, el alcohol y la droga ganan día a día más adeptos, pero no todo está perdido, gracias a Dios la Santa Iglesia Católica, sigue viva, anunciando el Plan de Salvación, llamando a la Conversión. No somos una nave a la deriva, Jesús es nuestro Capitán, él nos guía, y nos aparta de las turbulencias, él sabe nuestras necesidades y no nos deja solo, por eso el regalo de estos dos hermanos colombianos camino al Sacerdocio. Por ellos debemos orar mucho, acompañarlos en su Ministerio.


Recuerdo un payador que decía. “Ya no da más gauchos la Patria”, hoy con pesar podemos decir: ya no da más Sacerdotes la Patria. Por ello hay que redoblar las Oraciones por las Vocaciones.

Talvez sería bueno que los muchachos vean rostros de Sacerdotes jóvenes, o Seminaristas que visiten los liceos, no para hablar de Dios porque no está permitido ( que pena que se permita violencia y droga), sino para llamar a la tolerancia, la fraternidad, la paz, mostrarles que hay otra forma de ser felices. Ir a los medios de prensa a dejar un mensaje, motivador, contagioso, creíble, que nuestra gente conozca más a Jesús, se interese por Él. Ayudarlos a que tengan un encuentro con el Señor, que sientan su Amor.

Como va a haber Vocaciones si hacemos tan poco al respecto. Falta más entrega, disponibilidad, sentir que nos arda el corazón cuando escuchamos la Palabra y cuando Anunciamos al Resucitado. Los católicos somos tibios, nos falta alegría. La alegría contagiosa que nos da el encuentro con Jesús.