domingo, 25 de julio de 2010



MEDITANDO LA PALABRA DE DIOS
EVANGELIO Domingo 25 de Julio
Mateo 20, 20-28
20Entonces se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos para rendirle homenaje y pedirle algo. 21El le preguntó:
-¿Qué deseas?
Contestó ella:
-Dispón que cuando tú reines estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
22Pero Jesús replicó:
-No sabéis lo que pedís: ¿sois capaces de pasar el trago que voy a pasar yo?
Le contestaron:
-Sí lo somos.
23É1 les dijo:
-Mi trago lo pasaréis, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que a aquellos a los que mi Padre se lo tenga preparado.
24Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos.
25Jesús los reunió y les dijo:
-Sabéis que los jefes de las naciones las dominan y que los grandes les imponen su autoridad. 26No será así entre vosotros; al contrario, el que quiera hacerse grande sea servidor vuestro 27y el que quiera ser primero sea siervo vuestro. 28Igual que el Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

Los dos discípulos siguen interpretando la subida de Jesús a Jerusalén como un acontecimiento triunfal y quieren ser asociados al ejer¬cicio del poder, ocupando los primeros puestos en el reino. Se ve el distinto sentido que tiene la subida a Jerusalén para Jesús y para los discípulos: para él es subir a la gloria a través de su muerte, por los hombres .Para ellos, subir hacia la gloria humana.
Los Apóstoles, siguen sin ver ni oír, esperan que el Señor ocupe su Reino al llegar a Jerusalén, y ellos, ya piensan y desean ocupar los primeros lugares (no en el Reino de los Cielos que es del que habla el Señor, ellos esperan un reino en la tierra)
La respuesta de Jesús a los dos hermanos hace ver que éstos no habían comprendido el sentido de su realeza ni de su mesianismo. La manera de estar asociados a ella es parti¬cipar de su pasión y muerte, y ese trago si lo han de beber ellos, hoy precisamente se recuerda a Santiago, primer mártir cristiano, que muere decapitado.
Jesús les asegura que pasarán por su misma prueba, según el compromiso que todo discípulo hace al seguirlo Sin em¬bargo, ocupar los primeros puestos no depende de él, sino del Padre. No es que éste tenga a algunos predestinados para ello, la razón es otra. Seguir a Jesús significa para el discípulo avanzar en la condición de hijo de Dios; siguiendo a Jesús va recibiendo el Espíritu que lo va convirtiendo en hijo. Solamente el Padre puede apreciar el punto en que se encuentra cada uno en esta relación bilateral con él; por eso los puestos están preparados para aquellos que él sólo conoce.
El Señor a dicho que no busquemos recompensa en la tierra, es un llamado a vivir el Discipulado, haciendo opción por los más necesitados, trabajando en pos del Reino ( pero hacerlo por amor y no por interés). El que se hace servidor tiene que bajarse de su pedestal, “ el que quiera ser grande que se haga servidor vuestro , y el que quiera ser primero , sea siervo vuestro.

RECORDEMOS: Todos estamos llamados a la Misión, la Misión nos acerca como hermanos, nos hace crecer en la fe y nos acerca cada día a Nuestro Señor. Siguiendo nuestro Lema Parroquial: DELA MANO DE MARIA AL ENCUENTRO DE JESUS. L A Misión nos espera, hay muchos hermanos que aún no le ha llegado la Palabra, y hay mucho por hacer en pos del Reino, oigamos el llamado y respondamos a él con obras
FELIZ DOMINGO

No hay comentarios:

Publicar un comentario